Preparativos y ensayos previos: de Pisa a Melilla
Los preparativos finales del hidroavión tuvieron lugar en la factoría de Dornier, en Pisa (Italia), donde Ramón Franco supervisó personalmente los trabajos. Desde allí, en diciembre de 1925, el avión emprendió un vuelo preliminar hacia España, realizando escalas técnicas en Génova, Marsella, Barcelona y finalmente Cartagena, donde se llevaron a cabo pruebas definitivas del aparato.
El 15 de enero de 1926, el Plus Ultra llegó a Melilla, punto de concentración y partida oficial del raid transatlántico. Durante varios días, bajo la atenta mirada de autoridades militares, medios de comunicación y una expectante ciudadanía, se realizaron meticulosas pruebas de carga, ensayos de navegación y exhaustivas verificaciones de los equipos radiotelegráficos.
La fase preliminar en la península: de Melilla a Palos de la Frontera
Aunque inicialmente el vuelo entre Melilla y Palos estaba concebido como una simple etapa de traslado, el hidroavión despegó con una notable carga, llevando a bordo, además de la tripulación habitual, a varios pasajeros, incluidos observadores militares y un periodista argentino. El vuelo inicial resultó más complicado de lo previsto por la pesada carga y las condiciones meteorológicas adversas, llegando finalmente a Huelva, donde quedó anclado en el río Odiel.
Debido a una previsión meteorológica favorable, Ramón Franco adelantó la fecha de partida oficial prevista del 23 al 22 de enero, asegurándose así mejores condiciones atmosféricas para iniciar la travesía hacia América. El día previo, el 21 de enero, se llevó a cabo un último vuelo de prueba que confirmó el óptimo estado del hidroavión y sus sistemas de comunicación.
Primera etapa oficial del raid: Palos – Las Palmas
El histórico vuelo del Plus Ultra comenzó oficialmente la mañana del 22 de enero de 1926, desde Palos de la Frontera, lugar emblemático del que había partido Cristóbal Colón más de cuatro siglos antes. A las 7:55 de la mañana, el hidroavión inició su travesía rumbo a Canarias bajo condiciones meteorológicas ideales. Durante el recorrido, la tripulación mantuvo contacto constante mediante radiotelegrafía con estaciones terrestres.
Tras más de ocho horas de vuelo, a las 15:03 horas locales, el Plus Ultra amaró en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria ante una multitud emocionada. En Canarias se realizaron importantes ajustes técnicos para preparar las siguientes etapas del vuelo. Entre las modificaciones más relevantes destacó la reducción de peso del avión en aproximadamente 400 kg, eliminando materiales no esenciales y optimizando el rendimiento del aparato para la etapa más crítica hacia Cabo Verde.
Segunda etapa crucial: Las Palmas – Porto Praia (Cabo Verde)
Luego de superar contratiempos meteorológicos y realizar varios ajustes técnicos adicionales, incluyendo un cambio en los cables de dirección y la eliminación de más peso no indispensable, el 26 de enero el hidroavión partió hacia Cabo Verde. Fue una etapa de gran complejidad técnica y de navegación, superada exitosamente gracias a una brillante planificación logística, la utilización innovadora de navegación radiogoniométrica, y la valiosa colaboración de la Armada española mediante los buques de apoyo Alsedo y Blas de Lezo.
Desafío Atlántico: Porto Praia – Fernando Noronha (Brasil)
La etapa siguiente, desde Cabo Verde hacia la isla brasileña de Fernando Noronha, fue la más exigente. Se realizaron nuevos aligeramientos del avión para garantizar su despegue seguro con más de 3.600 kg de carga, principalmente combustible necesario para el largo recorrido. Tras dos intentos de despegue, el hidroavión finalmente logró tomar altura e inició así la verdadera travesía atlántica, completando exitosamente este tramo crucial y estableciendo un récord histórico en navegación aérea transoceánica.
Etapa crucial: Fernando Noronha – Pernambuco (Brasil)
Luego de haber cruzado exitosamente la parte más extensa del Atlántico y tras un merecido descanso en la isla brasileña de Fernando Noronha, el Plus Ultra despegó el 31 de enero de 1926, con destino a la costa continental de Brasil. La etapa hacia Pernambuco fue relativamente corta pero crítica, cubriendo aproximadamente 545 kilómetros.
El vuelo transcurrió con buena visibilidad y comunicaciones estables mediante radiotelegrafía, permitiendo a la tripulación identificar claramente la costa brasileña. A las 17:25 horas locales, tras un vuelo impecable, el hidroavión amaró en Pernambuco, donde fue recibido con una efusiva bienvenida popular. Esta etapa fue clave al culminar exitosamente la verdadera travesía transoceánica.
Etapa brasileña: Pernambuco – Río de Janeiro
Durante su permanencia en Pernambuco, Ramón Franco inspeccionó a fondo el Plus Ultra y detectó una grieta en una de las hélices, problema que fue rápidamente solucionado. Además, se tomó una decisión importante: se suprimió la escala prevista en Bahía para volar directamente hacia Río de Janeiro, cubriendo así 2.250 kilómetros en un solo vuelo.
El despegue se realizó el 5 de febrero de 1926. Durante esta etapa, la tripulación navegó fundamentalmente a lo largo de la costa brasileña, utilizando referencias terrestres claras y comunicaciones por radio cuando fue posible. Gracias a esta navegación precisa, se logró mantener una sorprendente velocidad media de 235 km/h. Tras nueve horas y treinta y cuatro minutos de vuelo, el hidroavión aterrizó triunfalmente en la bahía de Río de Janeiro, siendo recibido por miles de personas emocionadas y autoridades brasileñas, consolidando la imagen heroica de los aviadores españoles.
Etapa final: Río de Janeiro – Buenos Aires
La etapa final del raid estaba destinada a unir las dos grandes capitales sudamericanas. El 8 de febrero de 1926, el Plus Ultra partió temprano desde Río de Janeiro con destino a Buenos Aires, cubriendo 2.270 kilómetros en una sola jornada.
En este vuelo final, se contó nuevamente con la colaboración de aviones locales, especialmente de la escuadrilla aérea uruguaya, que escoltó al Plus Ultra al sobrevolar Montevideo hasta adentrarse en el Río de la Plata. Tras casi nueve horas de vuelo (8 horas y 46 minutos), el hidroavión amaró frente a Buenos Aires, en la zona de la Dársena Norte.
El recibimiento en Buenos Aires fue apoteósico. Más de 200.000 personas se congregaron para aclamar a los aviadores españoles. Las sirenas de los barcos resonaron en señal de saludo, y una profunda emoción popular y oficial envolvió la llegada. El presidente argentino, Marcelo T. de Alvear, recibió personalmente a la tripulación y les otorgó la Orden del Libertador San Martín en reconocimiento por la extraordinaria proeza que habían realizado.
Balance del vuelo del Plus Ultra
El vuelo del Plus Ultra culminó tras haber recorrido una distancia total de 10.270 kilómetros en 59 horas y 39 minutos de vuelo efectivo. Esta travesía aérea transoceánica supuso no solo un hito tecnológico de primer orden, sino también un éxito político y diplomático significativo para España, reforzando los lazos de amistad histórica entre España y América, especialmente con Argentina, país que vivió intensamente esta aventura.
Tras finalizar el vuelo y después del gran recibimiento en Buenos Aires, el hidroavión Plus Ultra quedó en Argentina como un regalo oficial del gobierno español al pueblo argentino, en señal de amistad y reconocimiento por la acogida recibida. La tripulación regresó posteriormente a España en barco, siendo recibidos como héroes nacionales por el rey Alfonso XIII y por las más altas autoridades militares y políticas, quienes celebraron múltiples actos y homenajes en honor a los aviadores.
El avión Plus Ultra original se encuentra actualmente en Argentina. Después del histórico vuelo transatlántico de 1926, el hidroavión quedó como obsequio oficial del gobierno español al pueblo argentino, en reconocimiento por el cálido recibimiento que tuvo la tripulación en Buenos Aires.
Durante décadas estuvo expuesto en distintos lugares públicos, como símbolo de amistad entre ambos países. En la actualidad, el avión puede visitarse en el Complejo Museográfico Provincial «Enrique Udaondo», ubicado en la ciudad de Luján (Provincia de Buenos Aires), donde es una pieza destacada de la colección histórica y aeronáutica del museo.
El legado del vuelo del Plus Ultra permanece vivo hasta nuestros días, simbolizando la capacidad tecnológica, la audacia humana y los profundos lazos culturales e históricos entre España e Iberoamérica. En el Museo del Aeronáutica y Astronáutica de Cuatro Vientos (Madrid) se puede ver una réplica exacta del hidroavión original, fabricada para preservar la memoria histórica del vuelo y permitir que también en España exista un testimonio físico de esta gran hazaña aérea.